NO DESEARAS EL MAL AJENO

  Como un toro acorralado, sin saber que hacer, muerto de miedo, llorando me pidió que lo dejara abandonar lo terrenal, que el asi no quería luchar...
  Con lágrimas en los ojos le dije que se haría lo que el quisiera, por dentro un crujido partía mi corazón en mil pedazos que fuí recogiendo trozo a trozo y recomponiendo en mi cabeza, aceptando que el AMOR DE MI VIDA  no quería luchar... Algo que puede parecer triste, pero que leído en una novela, parece apasionante y que quizás, años atrás hubiese deseado vivir algo así de DOLOROSO, no lo deseeis, que por momentos, cuando menos lo esperas, se convierte en realidad, y de emocionante no tiene nada, HACE DAÑO, MUCHO DAÑO, IRREPARABLE...

  Todo el dolor y sufrimiento lo he vivido de emoción, luchó y hoy lo tengo a mi lado, la misma intensidad de daño, igual en alegría, emoción, lágrimas rodaron solas de euforia cuando me comunicaron que se había curado, lloré más que nunca... Y desde entonces la sensibilidad se apodera de mi, no puedo ver sufrir a ningún ser vivo, no quiero que mi familia sufra por mí,  somos seres egoistas que intentamos llamar la atención, o llevar la razón, cuando en realidad no somos nada y lo somos todo...

     La locura y la cordura más aplastante se apoderan de mi  alma, pero es muy buena, delicada,  sensible, eso me reconforta...

 No más sufrimiento innecesario, no grites al que quieres y menos al que odias, no alimentes las hogueras de vanidad...Que al final, lo que es arriba, es abajo, y te puedes quemar...
ESO DUELE,  NO QUIERO HACER DAÑO, pero que todo está en la mente, SEGURO...NO LO DUDO....