viernes, 29 de octubre de 2010

PALABRAS TERRORISTA

  Nadie lucharía sin pensar que le queda un resquicio de esperanza, la pena es que una palabra suya bastare para sumirlo  en el abismo más profundo, a pesar de encontrars mejor que nunca...
  Hay profesiones en las que deberian tener un especial cuidado, ya que el estado de ánimo es tan importante como el tratamiento, y eso es dificil que lo lleguen a entender personas con orejas y pabellones auditivos cerrados...
  No dañemos a nadie gratuitamente, sienta peor que cuando te traiciona tu mejor amiga y las ganas de luchar se anulan completamente...
  Ante el mal tiempo buena cara y una sonrisa.

viernes, 22 de octubre de 2010

NO HAY QUE CONDENAR NI CON LA MIRADA HUIDIZA

Esa manía nuestra de creer que todo lo que ignoramos es mentira o falso, eso no hace nada más que limitarnos a lo que sabemos y no dar opción a conocer nuevas cosas para poder valernos de ellas y lo que es peor, que al negarlas, no demos opción de que otra persona saque beneficio de ello...
  Dicen que animar a un paciente de alguna enfermedad grave,  a que luche y se crea capaz de poder sanar, es dar falsas esperanzas y yo digo, que si realmente creo en lo que estoy diciendo, no estoy mintiendo ni dando falsas esperanzas, como dicen algunos, peor es decirle a una persona te vas a morir de eso en X tiempo, ¿Y tú que sabes?, eso si que es una patraña que deja a la persona hundida y sin ganas de luchar...

sábado, 9 de octubre de 2010

SIN SENTARME A ESPERAR, LAS VI VENIR...

Tendría 11 años, tomaba el sol en el patio de mi casa, cuando de pronto me cayó un cubo de agua en la cabeza y me puso chorreando, ya no había motivo para llorar, estaba empapada.
  Al mirar hacia arriba vi desde donde tiraron el agua, mi abuela, al oir el ruido salió, me preguntó que quién habia sido, se lo dije y me subió a la casa de los propietarios, que repetian que su hijo no habia sido, que eso era imposible, yo me queria morir de la verguenza, ahora su risa seria doble...

 Tendría 18 años, era fin de año, como siempre al terminar de tomar las uvas y brindar, bajábamos a la calle a tirar la traca de cohetes, por el portal salia mi vecino, el que me tiró el cubo de agua años atrás, vestido con un traje impoluto y un vecino cabreado por lo petardos arrojó por el balcón lo que me tiraron a mi y fue a caer justamente a ÉL...
  No podeis imaginar la que se armó, yo no me reí, ni tan siquiera me alegré, pero me dí cuenta de que lo que hoy es arriba, mañana y con paciencia es abajo.
  Por eso procuro hacer el bien, para que cuando esté en el lado contrario, me esten ayudando...